Programa de Uso Racional de Medicamentos

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LA PROMOCION RACIONAL DE MEDICAMENTOS

Dra. Dulce M. calvo Barbado

DE LA PROMOCIÓN DEL USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS A LOS PROFESIONALES DE LA SALUD Y A LA POBLACIÓN PARA EVITAR LA AUTOMEDICACIÓN Y LOGRAR UN USO ADECUADO DE LOS MEDICAMENTOS.

ANTECEDENTES

De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OMS), “uso racional de medicamentos” se define cuando “los pacientes reciben la medicación apropiada para sus condiciones clínicas, a dosis que se ajustan a sus requerimientos individuales, durante un período de tiempo adecuado y al menor coste para ellos y la comunidad”.

 

El uso de muchos medicamentos por el paciente (polimedicación), el uso inapropiado de antimicrobianos, en posologías inadecuadas o para infecciones no bacterianas, el uso excesivo de inyectables cuando hay disponibilidad de formas farmacéuticas orales más apropiadas; la prescripción en desacuerdo con las directrices clínicas, la automedicación hecha de una forma inapropiada de medicamentos comercializados bajo prescripción, son algunos de los ejemplos de uso inapropiado o irracional.

 

La OMS también ha definido las intervenciones necesarias para lograr como Sistema de Salud un uso racional de medicamentos como:

 

Comité nacional establecido de una manera multidisciplinar para coordinar las políticas de uso racional

-Directrices clínicas

 -Listas de medicamentos esenciales

 -Comités de Farmacia y Terapéutica en distritos y hospitales

-Capacitación en Farmacoterapia basada en problemas en los cursos de graduación

 -Educación médica continuada en el servicio como requisito para el registro profesional

 -Supervisión, auditoria y retroalimentación

-Información fidedigna y exenta sobre medicamentos

-Educación de los usuarios sobre medicamentos

-No permisión a los incentivos perversos

-Regulación y fiscalización apropiadas

-Gasto gubernamental suficiente para garantizar la disponibilidad de medicamentos y la infraestructura.

Promover el uso racional de medicamentos entre los profesionales de la salud y la población en general es una de las intervenciones propuestas. Para ello se requiere de un grupo de acciones en el orden de la comunicación, la educación y la información, con el objetivo de alcanzar actitudes y conductas acordes con la problemática del significado de los medicamentos en la sociedad contemporánea.

 

La educación permite integrar conocimientos, actitudes y habilidades utilizándolos para modelar nuestra propia vida y la de los demás. Cuanto más alto sea el nivel educativo de la población y de los profesionales de la salud, mayor será la capacidad para tomar decisiones.

Lo idóneo de tales programas no es algo nuevo, pues desde el año 1978, durante la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de la Salud (APS) reunida en Alma Ata, se estableció entre otras premisas el otorgar a la población el derecho y el deber de participar colectiva e individualmente en la planificación y aplicación de su atención de salud.

La carta de Ottawa reconoce a “la comunidad como la voz esencial en materias referidas a su salud” y llama a una reorientación de los servicios de salud hacia la promoción sanitaria; también, a compartir el poder con “otros sectores, otras disciplinas y más importante con la misma población”.

Este tipo de estrategias de uso racional han sido necesarias debido a que la problemática del uso irracional no ha sido resuelta. Como muestran diferentes estudios realizados desde 1990 en los servicios de atención primaria de África, Asia y Latinoamérica, sólo un 40% de los pacientes, recibían un tratamiento acorde con las directrices clínicas existentes para muchas afecciones comunes, y que la situación no ha mejorado en los últimos 15 años.

En la Segunda Conferencia Internacional sobre la optimización del Uso de los Medicamentos (Chiang Mai, Tailandia, 30 de marzo a 2 de abril de 2004), auspiciada por la OMS, emergió como principal recomendación que los países instituyeran programas nacionales para fomentar el uso racional de los medicamentos; para ello deben ejecutar de manera coordinada intervenciones duraderas y multifacéticas, multiplicadas por todo el territorio nacional y dotadas de mecanismos internos para controlar el uso de los medicamentos y evaluar así los progresos conseguidos.

En el año 2007, para fortalecer el papel de la OMS, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), adoptó la resolución AMS 60.169 en la que se compromete asumir un papel protagónico en la promoción del uso racional de medicamentos, fortaleciendo su liderazgo, ayudando a los países para aplicar programas nacionales, reforzando la coordinación del apoyo internacional, fomentando la investigación, y promoviendo el debate entre las autoridades sanitarias, profesionales y pacientes.

La OMS define que es necesaria una estrategia coordinada, efectiva y sostenible para lograr un URM. Además establece que la meta principal de esta estrategia modelo para el URM es la institucionalización de grupos de trabajos o comisiones multiprofesionales e intersectoriales, con apoyo político para implementar, monitorear y coordinar las políticas y acciones destinadas a conseguir un URM; que debe trabajar de manera sistemática e integrada con otros sectores de las políticas públicas del país. Dicha estrategia de la OMS recomienda como principales destinatarios a los gobiernos y a sus autoridades sanitarias, a fin de que el URM se convierta en una política de estado y cuente con este apoyo. Define además que otros destinatarios son todos los actores vinculados con el URM (gestores, organizaciones sociales, asociaciones y sociedades profesionales de la salud, universidades y comunidad en general) quienes pueden iniciar líneas de acción y/o actividades en distintos aspectos relacionados con el uso de los medicamentos a fin de promover un uso adecuado a nivel nacional.

 

Una estrategia de URM debe incluir no solamente el abordaje de los temas relacionados con la prescripción y la dispensación racional por parte de los profesionales de la salud y la utilización apropiada por parte de los pacientes. También debe valorar la posibilidad de acceso, la eficacia, seguridad y calidad de los medicamentos disponibles en el mercado, las necesidades y problemas de salud prioritarios, el contexto de políticas de salud y de medicamentos en particular; elementos como las diferencias culturales, la participación social, etc. Es imprescindible colocar al paciente y su comunidad en el centro de la escena para proveerle una atención sostenida, en la que el uso racional de medicamentos sea una de las estrategias efectivas. Todos y cada uno de estos factores deberán ser tenidos en cuenta en la planificación para actuar sobre ellos.

Una propuesta sobre URM será por supuesto dependiente de la política de medicamentos y por ello los factores determinantes del uso adecuado se solapan con la misma.

 

EJES Y NIVELES ESTABLECIDOS Y SU ESTADO EN CUBA

Al diseñar este tipo de estrategia, la OMS establece que existen situaciones y problemas que impactan sobre el uso de medicamentos en los niveles o ejes político, legislatorio o de regulación, cultural/educación y de investigación.

Para el caso Cuba la incorporación de estructuras organizativas dentro de la estructura ministerial permite la interrelación con otros actores necesarios. Además permite la elaboración de esta estrategia en función de los determinantes de salud (Cuadro de Salud) del país y de los territorios.

El otro elemento a rectificar en muchos países es la inexistencia de un marco legal y regulatorio, dificultad no existente en nuestro país.

En este camino, como parte del eje de gestión este Programa de Uso Racional en el país, involucra a los Comité Farmacoterapéticos para el logro de estas acciones; por ello el trabajo en su fortalecimiento es una de las líneas de acción emprendidas. En la visión también del programa en el nivel de gestión existe una vinculación a la APS y a los programas de enfermedades establecidos por política ministerial.

Los ejes de cultura/educación y el de investigación son los necesarios de impulsar y fortalecer con esta propuesta de estrategia. El primero de estos niveles incluye el acceso a información independiente, implementación de programas educativos de pregrado y de educación en servicio para fortalecer el desarrollo/fortalecimiento de actitud crítica frente al medicamento en los estudiantes y en los profesionales de la salud, además de la implementación y monitoreo de programas de educación a la comunidad.

Esta estrategia debe también contar con un desarrollo del nivel de investigación, para evaluar y retroalimentar la propia estrategia. Este eje debe lograr el impulso de la investigación en las instituciones educativas y científicas, promover estudios para evaluar las líneas de acción y las actividades desarrolladas en esta estrategia.

En síntesis, para llevar a cabo este programa de uso racional en la estructura sanitaria se debe diseñar e implementar líneas de acción y actividades articuladas con otros sectores de las políticas públicas y programas, abordando no sólo la educación e información para los profesionales de la salud y para la comunidad. También debe integrar su trabajo y vincularlo a las áreas de política, regulación, gestión e investigación.

 

 

 MISION

Promover el uso efectivo y seguro de medicamentos de calidad garantizada, como forma de contribuir al logro máximo posible de la salud y cubrir las necesidades sanitarias de la población con la participación de los profesionales del sector y la comunidad.

VISIÓN

Proceso integral, integrado, e interdisciplinario sustentable en el tiempo e insertado en las políticas estatales, de aplicación en la gestión, la educación, la regulación y la investigación y el desarrollo, con relevancia clínica y social.

OBJETIVO

Promover el uso efectivo y seguro de medicamentos por los profesionales de la salud y la población en general.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

-Identificar de problemas relacionados con el uso de los medicamentos y la MNT.

-Proporcionar a la población información sobre los beneficios y riesgos de los medicamentos y la MNT por medio del desarrollo de actividades de información, educación y comunicación.

-Mantener actualizados a  los profesionales de la salud  sobre el uso de los grupos farmacológicos más usados en la atención médica.

EJES ESTRATÉGICOS

Se han establecido 5 ejes de trabajo: Político, Legislación/Regulación, Cultura/educación, Investigación y Gestión. Este modelo propuesto por OMS para cada eje se propone, líneas de acción concretas y una lista de actividades que permitan alcanzar en corto plazo los objetivos.

El diagnóstico de la situación particular de Cuba aporta que los ejes a priorizar son los de Cultura/educación e Investigación.

No obstante se definen las líneas de acción y actividades previamente realizadas, en fase de implementación y las pendientes a ejecutar del resto de los ejes.

ACTIVIDADES A DESARROLLAR

- Se diseñarán diversas estrategias educativas con la inclusión de las organizaciones de masas, activistas de salud, como la realización de barrio debates, cine debate, circulo de abuelos, círculos de interés y audiencias sanitarias a la población en los territorios a partir de la identificación de los problemas con el uso de medicamentos.

- Se debe identificar y capacitar potenciales promotores de uso racional de medicamentos (docentes de los diferentes niveles educativos, enfermeros, lideres formales y no formales de la comunidad y otros).

- Se desarrollarán talleres y cursos destinados a capacitar para el URM a profesionales de la salud.

- Se realizarán de cursos, talleres, jornadas a docentes, y estudiantes de las escuelas de farmacia, medicina y enfermería sobre promoción de uso racional de medicamentos.

- Se identificarán y utilizarán de plataformas educativas con la finalidad de incorporar cursos sobre URM destinados a las patologías prevalentes.

- Se realizarán Estudios de Utilización de Medicamentos de intervención para evaluar las modificaciones de los patrones de prescripción en problemas identificados y abordados por la estrategia a nivel nacional y de los territorios.

- Se implementarán investigaciones cualitativas (grupos focales, entrevistas semiestructuradas, entrevistas cara a cara con profesionales) dirigido a prescriptores y población para evaluar conocimiento y la efectividad de la campaña.

- Se determinarán los conocimientos, aptitudes y prácticas de la población y prescriptores con relación al uso de medicamentos en los problemas identificados y establecidos como prioridad previa a la estrategia y tras su implementación.

- Se elaborarán indicadores para evaluar el funcionamiento y monitoreo de la estrategia en los territorios y a nivel de país.

- Se programarán reuniones de control y retroalimentación de la marcha de la estrategia de PURMED.

- El Comité Farmacoterapéutico gestionará y controlará la implementación de la estrategia en las áreas de salud y las instituciones.

 


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